domingo, 14 de septiembre de 2008

COMUNICADO DE LA JUNTA DIRECTIVA NACIONAL DE LA ASOCIACIÓN DE AMISTAD HONDURAS CUBA. COMUNICADO

COMUNICADO DE LA JUNTA DIRECTIVA NACIONAL DE LA ASOCIACIÓN DE AMISTAD HONDURAS CUBA.

REFLEXIONES A PARTIR DE LOS DAÑOS CAUSADOS POR LOS MÁS RECIENTES HURACANES EN CUBA.

Cuba: el ser humano es primero.

Dos poderosos huracanes atravesaron casi la totalidad del territorio cubano, como si hubiesen sido dirigidos por quienes desean ver de rodillas a ese pueblo y derrotado el modelo social que construyen.

Gustav primero y después Ike, se ensañaron con el aparato productivo y la infraestructura habitacional, educativa y de sanidad cubana. Se estima que entre los dos dañaron un medio millón de viviendas, afectaron hospitales, escuelas, centros de esparcimiento y, lo que es peor, deterioraron o inutilizaron cultivos, sistemas de riego, granjas avícolas, fábricas y otros medios de producción. Según la ONU los daños podrían llegar a 4 mil millones de dólares.

El golpe es tan importante que al apreciarse las afectaciones de Gustav en la economía cubana, Fidel los calificó como de "golpe nuclear", y al predecirse los impactos de Ike, el comandante en jefe emuló la situación a lo que en guerra se llama "alarma de combate".

Estos huracanes llegan a un país que se recupera económicamente después del período económico más difícil que haya vivido, y asediado por el permanente bloqueo de la potencia más poderosa del planeta, Estados Unidos, cuyo gobierno se vuelve a comportar como bestia y descarta, sin que nadie se lo pidiera, eliminar o suspender las políticas de exterminio contra Cuba.

El hombre y la mujer nuevos.

A pesar de lo terrible de la destrucción material, los cubanos pueden sentirse satisfechos por la voluntad de proteger a los seres humanos antes que los bienes. Las pérdidas de vidas humanas y los heridos son muy pocos si se tiene en cuenta la dimensión del desastre natural; se reportaron 7 muertos, que aun siendo un número muy pequeño comparado con el que causan huracanes de esas dimensiones en otros países, son hondamente lamentados, sobre todo porque los decesos se debieron a incumplimiento de las advertencias e instrucciones de las autoridades de defensa civil.

El reducido número de muertos y heridos, se debió a un esfuerzo muy grande del Estado cubano, el Partido Comunista y de las organizaciones sociales. Hubo que movilizar a más de 2 millones de personas de sus residencias hacia refugios seguros, proveyendo para todos: alimentación, cuidados médicos y garantías de asistencia para la recuperación de cada familia.

En todo momento estuvo presente la solidaridad de vecinos en cada poblado; hogares que cobijaron a varias familias damnificadas, colaboración de todos los ciudadanos en las labores de preparación y reconstrucción, solidaridad internas entre varias provincias y una disposición y optimismo para recuperarse.

Una vez más Cuba demostró la superioridad moral de un sistema que gira alrededor de las personas y no de las riquezas. Vale la pena recordar a los cuatro pescadores náufragos, para los que La Revolución movilizó más de 36 embarcaciones, 3 helicópteros y 2 aviones. Uno de ellos expresó al ser rescatado: "Yo no sé si eso sucede en otro país, pero sí estaba convencido de que la Revolución no nos iba a abandonar. Miren la cantidad de medios empleados para rescatarnos, todos nuestros compañeros de la flota participaron también, por eso nos sentimos muy orgullosos de pertenecer a este pueblo".

Dos sistemas, dos prioridades diferentes.

Como una ironía de la historia ambos huracanes se enfrentan con dos modelos diferentes de sociedad: Estados Unidos, un país con el sistema capitalista más avanzado del planeta y Cuba que, sin explotar a nadie, construye un modelo socialista desde el subdesarrollo.

Bastaría recordar que mientras en Cuba todos se dedicaban a ultimar los detalles para preservar la vida de los que serían afectados, en New Orleans el alcalde amenazaba con cárcel inmediata a quienes saquearan tiendas y supermercados, los medio de comunicación calculaban los costos políticos para los partidos en contienda electoral y se formaban inmensas colas de tráfico a la salida de las autopistas de la ciudad, en un típico sálvese el que pueda y con lo que tenga.

La nación más poderosa y rica del planeta no pudo evitar la muerte de ocho personas por un huracán Gustav mucho más débil que el que azotó a Cuba. ¿Pudieron salvarse personas si hubiera primado la solidaridad frente al egoísmo? ¿Cuántos de aquellos 1800 seres humanos perdidos para siempre por el huracán Katrina estarían hoy con vida?, ¿Cuánto vale en el capitalismo la vida de un ser humano?

La difícil recuperación.

Aún no se han contabilizado con exactitud todos los daños totales de ambos huracanes, pero se sabe que serán cuantiosos y significativos para la economía cubana. Afectarán muchos productos agropecuarios e industriales, así como infraestructura productiva, con lo que se debilitarán dos proyectos muy importantes para el pueblo: la lucha por la autosuficiencia alimentaria, en un contexto de altos presiones internacionales, y la recuperación de la infraestructura habitacional, en la que se ha invertido gran cantidad de recursos los últimos 4 años.

En la reflexión "Asediados por los huracanes", Fidel se pregunta: "¿Dónde quedarán un racimo de plátanos, una fruta o los vegetales de un huerto intensivo? ¿Dónde un cultivo de frijoles y otros granos? ¿Dónde un campo de arroz o caña? ¿Dónde un centro de producción avícola, porcina o lechera?"

Lo peor está por venir, los daños a inversiones de infraestructura productiva y social no pueden tener reparación en el corto plazo y hará falta una recuperación gradual. Todo ello en medio del permanente sabotaje que significa el bloqueo norteamericano en cuanto a compra de equipos e insumos, acceso a financiamiento, búsqueda de mercados para bienes y servicios, y otros tantos.

Sin embargo, a pesar de la gran adversidad que significan los daños, el pueblo cubano ha mostrado un temple y un espíritu indoblegable. Fidel volvió a resumir esta actitud cuando aseguró "Más que nunca se impone la racionalidad y la lucha contra el derroche, el parasitismo y el acomodamiento. Actuar con absoluta honestidad, sin demagogia ni concesión alguna a la blandenguería y el oportunismo."

La solidaridad internacional.

Cuba es el país más solidario del planeta. Sus médicos, profesores, instructores de deportes, científicos y otros voluntarios, han llegado desde la montaña el Himalaya hasta las islas del pacífico, desde las selvas angolanas hasta nuestros pueblos Tawakas, Misquitos, Garífunas y Lencas. Todos los continentes del planeta han sido receptores de la ayuda absolutamente desinteresada del pueblo cubano.

Esa ayuda se dio sin importar las barreras geográficas, de idioma y, no en pocas ocasiones, en países que adversaban políticamente a Cuba. Por ello, hoy no será extraño que Cuba reciba muestras de solidaridad de países tan lejanos como Timor Leste o Vietnam.

Los pueblos latinoamericanos, hermanos más cercanos de Cuba, no vacilarán en realizar actividades para hacer llegar alguna colaboración aunque sea simbólica. Ya se organizan comisiones de solidaridad en todos los países de la Gran Patria.

Conclusión.

Es incierto todavía, cuál será el costo definitivo que estos dos fenómenos naturales tendrán en la economía cubana. Lo que si sabe desde ahora y ha quedado demostrado aun para quienes adversan o intentan derrumbar el socialismo cubano, es que en ese modelo de sociedad está el futuro de la humanidad.

Exhortamos a los hondureños y hondureñas, a todas las instituciones y organizaciones del país a expresar la solidaridad que la situación exige. Se necesitan viveres, ropa, materiales de construcción que pueden canalizarse a través de la Embajada de Cuba en Honduras o dinero en efectivo que debe depositarse en la cuenta 21-401-137176-8 del banco de occidente a nombre de la embajada de Cuba ayuda huracanes.

¡Con Cuba y el Socialismo!

¡Viva la solidaridad de los pueblos latinoamericanos!

ASOCIACIÓN DE AMISTAD HONDURAS CUBA

JUNTA DIRECTIVA NACIONAL.

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