Por Omar Pérez Salomón
Las experiencias de otros huracanes como Isidore, Lili y Charley se tuvieron en cuenta para mantener la vitalidad de las comunicaciones con la Isla de la Juventud y Pinar del Río en los momentos más difíciles del paso del huracán Gustav - el peor sufrido por Cuba en 50 años - por estos territorios el pasado 30 de agosto.
El presidente cubano Raúl Castro se comunicó a través del cable submarino de fibra óptica con Ana Isa Delgado, Secretaria del Partido y Presidenta del Consejo de Defensa en la Isla de la Juventud en dos ocasiones, cuando Gustav azotaba con vientos de 240 kilómetros por hora. A diferencia de anteriores eventos meteorológicos las telecomunicaciones con el resto del territorio nacional no se interrumpieron.
También vía telefónica Olga Lidia Tapia, primera secretaria del Partido y Jefa del Consejo de Defensa de la provincia Pinar del Río recibió el aliento y estímulo de la dirección del país en los momentos más complicados.
Los fuertes vientos asociados al huracán Gustav, no solo se empeñaron en dejar su huella devastadora en la infraestructura eléctrica y en las viviendas de la Isla de la Juventud y Pinar del Río, sino que el estrago se sintió también en las comunicaciones telefónicas, radiales y televisivas. Sin embargo, toda Cuba y muchos países del mundo conocieron a través de Radio Rebelde, detalles de los instantes en que el ojo del huracán tocaba el borde derecho de la Isla de la Juventud y su recorrido por tierra pinareña hasta salir al mar por un punto del municipio La Palma.
Solo en el equipamiento de transmisión de la radio y la televisión cubanas las pérdidas ascienden a más de 2 millones de dólares. Nueve torres de radio, televisión y telefonía y más de 2 mil postes telefónicos fueron derribados y se contabiliza más de 14 mil teléfonos sin servicio.
El valor de la comunicación y la información ha quedado demostrado una vez más durante el paso del huracán Gustav por tierra cubana. Su impacto, similar a un golpe nuclear como lo catalogara el líder de la Revolución Cubana Fidel Castro, no impidió que se garantizara el mando en un escenario complejo y la información oportuna a la población. Lo más importante es que no hubo que lamentar la pérdida de ninguna vida, a diferencia de los más de 80 muertos que dejó Gustav a su paso por el Caribe y los siete fallecidos en el sur de Luisiana, Estados Unidos.
En menos de 48 horas se restableció el servicio móvil, tan importante para la dirección; Radio Caribe, la emisora local pinera cuyo papel orientador y movilizativo merece reconocimiento, comenzó a informar a las 24 horas del paso de Gustav y el canal de televisión Isla Visión reinició sus transmisiones el día 2 de septiembre. Toda una proeza, si tenemos en cuenta que tres torres de radio y televisión fueron derribadas en el Municipio Especial.
Dos canales nacionales de televisión se pondrán en servicio a mediados de mes para que la población de la Isla de la Juventud pueda disfrutar de la programación televisiva cubana, en dependencia del restablecimiento de la electricidad en ese territorio.
Los vientos huracanados con rachas de viento de hasta 340 kilómetros por hora, afectaron las comunicaciones telefónicas de 12 localidades pinareñas con 8 mil teléfonos interrumpidos y cerca de mil postes derribados. También sufrieron afectaciones las señales de radio y televisión en la parte oriental de Pinar del Río.
Ya el 3 de septiembre todas las comunidades pinareñas tenían comunicación y se procedía a restaurar las redes locales con la ayuda solidaria de trabajadores de otras provincias del país.
La red de televisión comunitaria se ha utilizado para llevar a la población uno de los cuatro canales nacionales, mientras se trabaja con agilidad para poner en servicio en el transcurso de este mes dos canales nacionales con un mayor alcance.
A golpe de inteligencia y muchas horas de trabajo duro se recuperará la capacidad de transmisión de señales de radio, televisión, datos y voz y no quedará una sola comunidad importante de la geografía de estos territorios donde no se haya instalado, aunque de manera provisional, una facilidad de comunicación para la población.
El estrago ha sido grande, lo sabe la gente, porque una red telefónica, un transmisor de radio o de televisión sin servicio es algo que afecta a muchos. Lo que la mayoría ignora es que lo que hoy se hace a toda prisa lleva implícito una cierta visión de futuro. Allí donde antes había un viejo cable, hoy se está poniendo otro de fibra óptica; donde la torre estuvo sobrecargada de antenas, ahora hay una solución alternativa para distribuir la carga y fabricar torres más resistentes.
Solo un pueblo como el nuestro, del cual los comunicadores son parte, es capaz de tal nivel de recuperación y respuesta, porque hay confianza en que nadie quedará desamparado y que la ayuda llegará inmediata y oportuna.
Las experiencias de otros huracanes como Isidore, Lili y Charley se tuvieron en cuenta para mantener la vitalidad de las comunicaciones con la Isla de la Juventud y Pinar del Río en los momentos más difíciles del paso del huracán Gustav - el peor sufrido por Cuba en 50 años - por estos territorios el pasado 30 de agosto.
El presidente cubano Raúl Castro se comunicó a través del cable submarino de fibra óptica con Ana Isa Delgado, Secretaria del Partido y Presidenta del Consejo de Defensa en la Isla de la Juventud en dos ocasiones, cuando Gustav azotaba con vientos de 240 kilómetros por hora. A diferencia de anteriores eventos meteorológicos las telecomunicaciones con el resto del territorio nacional no se interrumpieron.
También vía telefónica Olga Lidia Tapia, primera secretaria del Partido y Jefa del Consejo de Defensa de la provincia Pinar del Río recibió el aliento y estímulo de la dirección del país en los momentos más complicados.
Los fuertes vientos asociados al huracán Gustav, no solo se empeñaron en dejar su huella devastadora en la infraestructura eléctrica y en las viviendas de la Isla de la Juventud y Pinar del Río, sino que el estrago se sintió también en las comunicaciones telefónicas, radiales y televisivas. Sin embargo, toda Cuba y muchos países del mundo conocieron a través de Radio Rebelde, detalles de los instantes en que el ojo del huracán tocaba el borde derecho de la Isla de la Juventud y su recorrido por tierra pinareña hasta salir al mar por un punto del municipio La Palma.
Solo en el equipamiento de transmisión de la radio y la televisión cubanas las pérdidas ascienden a más de 2 millones de dólares. Nueve torres de radio, televisión y telefonía y más de 2 mil postes telefónicos fueron derribados y se contabiliza más de 14 mil teléfonos sin servicio.
El valor de la comunicación y la información ha quedado demostrado una vez más durante el paso del huracán Gustav por tierra cubana. Su impacto, similar a un golpe nuclear como lo catalogara el líder de la Revolución Cubana Fidel Castro, no impidió que se garantizara el mando en un escenario complejo y la información oportuna a la población. Lo más importante es que no hubo que lamentar la pérdida de ninguna vida, a diferencia de los más de 80 muertos que dejó Gustav a su paso por el Caribe y los siete fallecidos en el sur de Luisiana, Estados Unidos.
En menos de 48 horas se restableció el servicio móvil, tan importante para la dirección; Radio Caribe, la emisora local pinera cuyo papel orientador y movilizativo merece reconocimiento, comenzó a informar a las 24 horas del paso de Gustav y el canal de televisión Isla Visión reinició sus transmisiones el día 2 de septiembre. Toda una proeza, si tenemos en cuenta que tres torres de radio y televisión fueron derribadas en el Municipio Especial.
Dos canales nacionales de televisión se pondrán en servicio a mediados de mes para que la población de la Isla de la Juventud pueda disfrutar de la programación televisiva cubana, en dependencia del restablecimiento de la electricidad en ese territorio.
Los vientos huracanados con rachas de viento de hasta 340 kilómetros por hora, afectaron las comunicaciones telefónicas de 12 localidades pinareñas con 8 mil teléfonos interrumpidos y cerca de mil postes derribados. También sufrieron afectaciones las señales de radio y televisión en la parte oriental de Pinar del Río.
Ya el 3 de septiembre todas las comunidades pinareñas tenían comunicación y se procedía a restaurar las redes locales con la ayuda solidaria de trabajadores de otras provincias del país.
La red de televisión comunitaria se ha utilizado para llevar a la población uno de los cuatro canales nacionales, mientras se trabaja con agilidad para poner en servicio en el transcurso de este mes dos canales nacionales con un mayor alcance.
A golpe de inteligencia y muchas horas de trabajo duro se recuperará la capacidad de transmisión de señales de radio, televisión, datos y voz y no quedará una sola comunidad importante de la geografía de estos territorios donde no se haya instalado, aunque de manera provisional, una facilidad de comunicación para la población.
El estrago ha sido grande, lo sabe la gente, porque una red telefónica, un transmisor de radio o de televisión sin servicio es algo que afecta a muchos. Lo que la mayoría ignora es que lo que hoy se hace a toda prisa lleva implícito una cierta visión de futuro. Allí donde antes había un viejo cable, hoy se está poniendo otro de fibra óptica; donde la torre estuvo sobrecargada de antenas, ahora hay una solución alternativa para distribuir la carga y fabricar torres más resistentes.
Solo un pueblo como el nuestro, del cual los comunicadores son parte, es capaz de tal nivel de recuperación y respuesta, porque hay confianza en que nadie quedará desamparado y que la ayuda llegará inmediata y oportuna.
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