Desde la prisión en EEUU, adhieren los 5 héroes cubanos
René González Sehwerert, salió de la prisión el 7 de octubre 2011, al
finalizar su injusta condena, pero es retenido por orden de la jueza
del caso, 2 años más en La Florida. Como sus 4 hermanos de causa, se
preocupa por los pueblos del mundo. Su carta al Foro Social por
Palestina.
Queridos amigos solidarios de todo el mundo:
Una vez más toda la furia del imperialismo y de sus instintos de
muerte se desata sobre un pueblo indefenso, al que se ha sometido por
más de medio siglo a un genocidio brutal, apoyado en un discurso
hipócrita y falso. El ensañamiento contra el pueblo palestino parece
solamente proporcional a las culpas que por siglos, en su trato al
pueblo judío, acumula
ron sobre sí las potencias que hoy nos pretenden dar lecciones de
derechos humanos; culpas de las que sólo con un crimen mayor: un
proyecto colonizador y genocida desfasado; parecieran capaces de
intentar sacudirse.
En el holocausto palestino se ha puesto a prueba toda la capacidad para
la maldad practicada desde tiempos inmemoriales por los conquistadores:
Se reescribe la historia. Se atribuye a las víctimas cada perversidad de
los victimarios. Se apela a las diferencias religiosas para sembrar la
animadversión hacia el pueblo a conquistar. Se resaltan las diferencias
raciales y culturales buscando justificar en ellas el crimen. Se lanza a
un pueblo desesperado por el abuso a la conquista de otro. Se aplica al
pueblo victima un doble rasero que nunca aceptarían para sí los
victimarios. Se usan las más refinadas mañas de la manipulación
mediática para que el mundo acepte sin protesta el abuso. Se deshumaniza
a un pueblo como si sus padres y madres no sufrieran igual que los
demás el dolor de sus hijos, y como si el derecho a la felicidad
inalienable a la condición humana no les perteneciera. En los centros de
poder mundial ni siquiera ya se pretende una aproximación desinteresada
al conflicto. La prensa corporativa y los personeros imperiales se
muestran tal y como son, tomando partido por el agresor sin molestos
escrúpulos de conciencia.
También se apela a la indiferencia, y a ese lastre humano que es la
esperanza de que no seamos mañana las víctimas, y de que por alguna
gracia de los imperialistas seremos excusados en el futuro de ser
victimizados. El indiferente de hoy puede convertirse en el agredido de
mañana si no toma partido por la justicia, y si rehúsa unirse al coro de
voces que hoy se levanta para reivindicar el derecho del agredido.
Quienes se levantan hoy por el pueblo palestino se levantan por la
historia. Se levantan para que algún día prime la humanidad que a todos
nos hace uno; y para que a través de ella nos salvemos como especie de
las mezquindades impuestas por unos pocos a todo el género humano. Sólo
la conciencia colectiva de lo mejor de la especie nos salvará de un
holocausto que de permanecer en la indiferencia nos abrazará tarde o
temprano a todos.
En el pueblo cubano, solidario, revolucionario y educado en la
fraternidad humana, siempre tendrán los hermanos palestinos toda la
solidaridad. La tendrá también el pueblo judío cuando el experimento
sionista deje de ser instrumento del imperialismo, y nuevamente se
desaten sobre ellos los instintos dormidos de quienes ayer les oprimían y
hoy les susurran al oído cantos de sirena, que algún día pudieran
convertirse nuevamente en chillidos antisemitas y en nuevas y bestiales
persecuciones.
Desde nuestro encierro en las cárceles del imperio, cinco
revolucionarios cubanos que decididos a tomar partido hemos enfrentado
toda la saña del imperialismo, extendemos a nuestros hermanos palestinos
todo el clamor de nuestra solidaridad y simpatía. Levantémonos hoy por
la justicia, que es levantarnos por el mundo que queremos para nuestros
hijos.
A todos un abrazo, y nuestra exhortación a no desmayar en la lucha por
la paz y la justicia.
Hasta la Victoria Siempre.
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