INTERVENCIÓN CENTRAL
ASAMBLEA NACIONAL DEL PODER POPULAR
24 DE FEBRERO DE 2013
Compañeras y compañeros:
En una fecha como hoy, el 24 de febrero de
1895, se reinició la lucha por la independencia con la fusión de los fogueados
mambises de la primera guerra y los pinos nuevos, bajo el liderazgo del Partido
Revolucionario Cubano y de Martí.
Me corresponde asumir nuevamente ante ustedes
y todo nuestro pueblo el honor de presidir el Consejo de Estado y el Gobierno.
En este sentido, creo que no es ocioso
reiterar lo afirmado dos veces en este Parlamento, cito: “A mí no me
eligieron Presidente para restaurar el capitalismo en Cuba, ni para entregar la
Revolución. Fui elegido para defender, mantener y continuar perfeccionando el
socialismo, no para destruirlo”.
En concordancia con los acuerdos del 6to
Congreso, será preciso armonizar los postulados de la Constitución de la
República con los cambios asociados a la paulatina implementación de los
Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.
Entre las modificaciones que nos proponemos
introducir a la Constitución se encuentra la de limitar a un máximo de dos
períodos consecutivos de cinco años el desempeño de los principales cargos del
Estado y del Gobierno y establecer edades máximas para ocupar esas
responsabilidades.
Al propio tiempo, no resulta saludable estar
reformulando continuamente la Carta Magna de la Nación y comoquiera que
efectuar una reforma constitucional nos tomará necesariamente un tiempo
prudencial, ya que si bien algunas cuestiones pueden modificarse por el propio
Parlamento, otras más importantes requieren además la ratificación por el voto
favorable de la mayoría de los ciudadanos en referendo; deseo esclarecer que en
mi caso, con independencia de la fecha en que se perfeccione la Constitución,
este será el último mandato.
En esta sesión la Asamblea Nacional eligió al
compañero Miguel Díaz Canel Bermúdez Primer Vicepresidente del Consejo de
Estado y posteriormente aprobó su designación como Primer Vicepresidente del
Consejo de Ministros.
Consideramos que en las circunstancias que
vive el país y se ha visto obligado a desenvolverse durante más de medio siglo
de Revolución, debe garantizarse en la cúspide del poder estatal y
gubernamental la unidad ejecutiva frente a cualquier contingencia por la
pérdida del máximo dirigente, de manera que se preserve, sin interrupciones de
ningún tipo, la continuidad y estabilidad de la nación.
Esta decisión reviste particular
trascendencia histórica porque representa un paso definitorio en la
configuración de la dirección futura del país, mediante la transferencia
paulatina y ordenada a las nuevas generaciones de los principales cargos,
proceso que debemos concretar en un quinquenio y actuar en lo adelante de
manera intencionada y previsora, a fin de evitar que se nos repita la
situación de no contar oportunamente con suficientes reservas de cuadros
preparados para ocupar los puestos superiores del país y asegurar que el relevo
de los dirigentes constituya un proceso natural y sistemático.
El compañero Díaz Canel no es un advenedizo
ni un improvisado. Su trayectoria laboral acumula casi 30 años, comenzando en
la base, en la profesión que estudió, y tras haber cumplido el Servicio Militar
en unidades coheteriles antiaéreas de las FAR, impartió docencia en la Facultad
de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Central de Las Villas, donde se le
propuso como cuadro profesional de la Unión de Jóvenes Comunistas y más
adelante, considerando los resultados alcanzados, fue promovido al Partido,
ascendiendo gradualmente a mayores responsabilidades, entre ellas, Primer
Secretario del Comité Provincial en Villa Clara, por espacio de casi una década
y después en Holguín durante seis años.
Es miembro del Comité Central del Partido
desde 1991 y del Buró Político en el 2003. Cumplió misión internacionalista en
Nicaragua. Es graduado del Colegio de Defensa Nacional.
En el año 2009 pasó a desempeñar funciones
gubernamentales, primero como Ministro de Educación Superior y a partir del
2012, Vicepresidente del Consejo de Ministros a cargo de la atención de
diferentes organismos vinculados a la educación, la ciencia, el deporte y la
cultura. Por otra parte, participa semanalmente en la Comisión Económico
Financiera del Gobierno y en la Comisión del Buró Político para el control de
la implementación de los acuerdos del 6to Congreso.
Mención aparte merece la conducta de los
compañeros Machado Ventura y Colomé Ibarra, quienes tuvieron la iniciativa de
ofrecer sus cargos en el Consejo de Estado en favor de la promoción de la nueva
generación.
En el caso de Machado Ventura, con
excepcionales cualidades como dirigente y ser humano, modestia y consagración
al trabajo, destacada trayectoria revolucionaria por cerca de 60 años,
combatiente de la Sierra Maestra y fundador del Segundo Frente Oriental “Frank
País”, donde creó y desarrolló 20 hospitales de campaña y 11 dispensarios distribuidos
en zonas montañosas en toda la provincia de Guantánamo y en parte de las de
Santiago de Cuba y Holguín que abarcaba este frente guerrillero. Participó en
múltiples acciones combativas, siendo herido en una de ellas; partiendo también
del prestigio, preparación, experiencia y la vitalidad que conserva, así como
su capacidad real de continuar aportando en la dirección de decisivas
actividades, la Asamblea Nacional lo eligió para ocupar una de las
vicepresidencias del Consejo de Estado.
Asimismo, se mantiene como miembro del
Consejo de Estado el compañero Abelardo Colomé Ibarra, quien desde muy joven se
sumó a la lucha revolucionaria en su natal Santiago de Cuba, participando en la
sublevación del 30 de noviembre de 1956, bajo las órdenes de Frank País, que lo
seleccionó para integrar el primer refuerzo al naciente Ejército Rebelde en la
Sierra Maestra.
Al igual que Machado Ventura es fundador del
Segundo Frente Oriental “Frank País”, herido en dos ocasiones en combate contra
las tropas de la tiranía, destacándose por su valor, lo que le mereció ascender
desde soldado hasta el grado de Comandante.
Luego del triunfo de la Revolución ha
ejecutado con éxito, humildad y lealtad las tareas encomendadas, entre las
cuales debo resaltar el cumplimiento de delicadas misiones internacionalistas,
posteriormente llevó a cabo el desarrollo de la siempre competente
Contrainteligencia Militar, contribuyó de manera decisiva a la primera victoria
sobre las fuerzas invasoras en Angola, al frente de la Misión Militar Cubana,
de 1975 al 1977 y ha desempeñado, entre otros, los cargos de Viceministro
Primero del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y Ministro del
Interior.
La actitud de Machado Ventura y Colomé Ibarra no es
casual ni debe sorprender a nadie, es una demostración concreta de su genuina
fibra revolucionaria, en la que no hay cabida a la vanidad y el interés
personal, ni mucho menos el aferramiento a cargo alguno. Esa es la esencia de
la generación fundadora de esta Revolución. Así actuó Fidel hace cinco años,
dando un ejemplo enaltecedor. Así confiamos que también sean las nuevas
generaciones.
Al hablar de estos temas es oportuno recordar lo
expresado por Fidel, hace exactamente 15 años, ante la Asamblea Nacional el 24
de febrero de 1998, en cuanto a la primera regla o rasgo que debe caracterizar
a un cuadro revolucionario, cito: “No ambicionar nunca cargos, que los
hombres lleguen a los cargos que les correspondan por sus méritos, por su
trabajo, por sus virtudes, por su patriotismo…”.
El Consejo de Estado elegido en esta sesión
de nuestro Parlamento es un reflejo de cómo comenzamos a hacer realidad los
acuerdos del 6to Congreso del Partido en materia de la política de cuadros. De
sus 31 miembros el 41,9 por ciento son mujeres y el 38,6 por ciento son negros
y mestizos. La edad promedio es de 57 años y el 61.3 por ciento nació después
del triunfo de la Revolución.
Ya son dos las vicepresidentas del Consejo de
Estado y persistiremos en la voluntad de que siga creciendo la representación
femenina en este órgano y en todas las instituciones del país.
De igual forma, la Asamblea Nacional fue renovada
en un 67,26 por ciento, las mujeres elevaron su participación hasta el 48,86
por ciento y los negros y mestizos al 37.9. El 82,68 por ciento de nuestros
diputados posee nivel superior de educación y la edad promedio es de 48 años.
De las 15 provincias del país, en 10
resultaron electas mujeres para presidir las Asambleas Provinciales del Poder
Popular, el promedio de edad en estos cargos es de 47 años y todos poseen nivel
universitario.
Estos datos corroboran la calidad del proceso
electoral cubano y las potencialidades que tienen los órganos del Poder Popular
y esta Asamblea como órgano supremo de poder del Estado, para ejecutar las
importantes potestades fijadas en la Constitución.
Precisamente a esta legislatura le corresponde una
fecunda e intensa labor legislativa en el fortalecimiento de nuestra
institucionalidad, en especial de cara a la implementación de los Lineamientos
de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, proceso que
tiene la primera de las prioridades y en el cual, como expliqué en la pasada
sesión de la Asamblea Nacional, nos comenzamos a adentrar en cuestiones de
mayor alcance, complejidad y profundidad.
Nos llena de sano orgullo y satisfacción que el
Parlamento cubano sea encabezado, a partir de hoy, por el compañero Esteban
Lazo Hernández, miembro del Buró Político, un negro de origen humilde, cortador
de caña desde muy joven, obrero en el molino y secadero de arroz de Jovellanos,
municipio donde integró el Comité Municipal del Partido. Con enorme esfuerzo y
sin abandonar sus responsabilidades partidistas obtuvo el título de Licenciado
en Economía.
Posteriormente ocupó el cargo de Primer
Secretario del Comité Provincial del PCC en Matanzas y luego en Santiago de
Cuba y Ciudad de La Habana.
Lo mismo podemos decir en los casos de los
nuevos vicepresidentes del Consejo de Estado, Díaz-Canel, de Mercedes López
Acea, la eficiente primera secretaria del Partido en la capital y de Salvador
Valdés Mesa, representante directo de la clase obrera, quien en su condición de
miembro del Buró Político, pasará a atender a la Central de Trabajadores de
Cuba (CTC), además de otras funciones que se le asignarán por la vía
partidista.
Todos ellos surgieron del pueblo y como el
resto de los miembros del Consejo de Estado constituyen un ejemplo fehaciente
de cómo se han llevado a la práctica las palabras de Fidel el 16 de abril de
1961, en vísperas de la invasión mercenaria por Playa Girón, cuando dijo: “esta
es la Revolución socialista y democrática de los humildes, por los humildes y
para los humildes”. Hoy estamos demostrando que así lo seguirá siendo para
siempre.
Es asimismo motivo de legítima felicidad
contar con una juventud identificada con los valores éticos y los principios de
justicia social, que está preparada en todos los sentidos, inclusive
militarmente, para defender y mantener en alto las banderas de la Revolución y
el Socialismo.
Ciertamente quienes tuvimos el honor de
acompañar a Fidel en los inicios de la gesta revolucionaria y en la lucha
insurreccional contra la tiranía, hemos tenido el privilegio, junto al pueblo
heroico, de ver con nuestros propios ojos la obra consolidada de la Revolución;
sin embargo la mayor satisfacción es la tranquilidad y serena confianza que
sentimos al ir entregando a las nuevas generaciones la responsabilidad de
continuar construyendo el socialismo y con ello asegurar la independencia y la
soberanía nacional.
Lo hacemos teniendo definido por el Congreso del
Partido el rumbo para actualizar el modelo económico cubano y alcanzar una
sociedad socialista próspera y sostenible, una sociedad menos igualitaria, pero
más justa, principios estos que sirven de fundamento para la conformación del
programa de desarrollo hasta el año 2030, en fase de elaboración.
Ello será posible porque los Lineamientos de la
Política Económica y Social son fruto, en primer lugar, de los amplios y democráticos
intercambios con el pueblo, que los hizo suyos, reformulándose el 68 por ciento
de la propuesta inicial como resultado de la consulta popular.
De la misma forma fueron respaldados por el
Parlamento, en cuyas sesiones ordinarias se rinde cuenta, dos veces al año,
sobre la marcha del plan de la economía y del proceso de implementación de los
citados lineamientos.
Similar análisis se efectúa sistemáticamente
en los plenos del Comité Central y de los comités provinciales y municipales
del Partido, con la participación de dirigentes administrativos locales.
Estos métodos de consulta directa con la
población que se han desarrollado en más de 50 años del proceso revolucionario
y que proseguirán perfeccionándose antes, durante y después de adoptar las
decisiones más trascendentales para el futuro del país, constituyen un factor
adicional para la tranquilidad y esperanza hacia el futuro que experimentamos
los integrantes de la dirección histórica de la Revolución, ya que además de
fortalecer de manera permanente la unidad y apoyo del pueblo, garantizará
rectificar oportunamente los errores que podamos cometer.
En Cuba nunca a nadie se le permitirá
soslayar que tal y como expresa la Constitución en su artículo No. 3, cito: “la
soberanía reside en el pueblo, del cual dimana todo el poder del Estado”.
En virtud de ello, previo a la celebración de los
futuros congresos del Partido, deberá llevarse a cabo un proceso de consulta
popular, cada vez más profundo y organizado, de modo que el Programa actualizado
de la Revolución que se apruebe refleje siempre, en todos los asuntos vitales
de la sociedad, la opinión de la población.
A aquellos que dentro o fuera del país, con
buenas o malas intenciones, nos alientan a ir más rápido, les decimos que
continuaremos sin prisa, pero sin pausa, con los pies y los oídos bien pegados
a la tierra, sin terapias de choque contra el pueblo y sin dejar a ningún
ciudadano desamparado, superando la barrera del inmovilismo y la mentalidad
obsoleta en favor de desatar los nudos que frenan el desarrollo de las fuerzas
productivas, o sea, el avance de la economía, como cimiento imprescindible para
afianzar, entre otras esferas, los logros sociales de la Revolución en la
educación, la salud pública, la cultura y el deporte, que debieran ser derechos
humanos fundamentales y no un negocio particular.
Al mismo tiempo, nos proponemos mantener el
enfrentamiento a las indisciplinas e ilegalidades de todo tipo, incluyendo el
combate a las manifestaciones de corrupción que atentan contra las bases
mismas de nuestro sistema social, partiendo de que sin la conformación de
un ambiente de ORDEN, DISCIPLINA Y EXIGENCIA en la sociedad,
cualquier resultado será efímero. En la reunión de este Parlamento, en la
primera quincena del mes de julio, trataremos a profundidad este bochornoso
asunto de las indisciplinas e ilegalidades.
Pasando a temas de carácter internacional, no
puedo dejar de mencionar que el pasado 28 de enero, en el 160 aniversario del
natalicio de José Martí, Cuba asumió la Presidencia de la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y tendrá la responsabilidad de organizar
en nuestro país su próxima Cumbre en el año 2014.
Este es un hecho de particular relevancia que
reivindica la lucha del pueblo cubano por su soberanía y autodeterminación,
demuestra cuánto han avanzado América Latina y el Caribe hacia la definitiva
independencia y expone el aislamiento y fracaso de la política de bloqueo
económico y mediático de Estados Unidos contra nuestra nación.
La Presidencia Cubana de la CELAC actuará con
prudencia y determinación para potenciar lo que nos une en el camino común de
paz, desarrollo, justicia social, democracia con participación verdadera del
pueblo, garantía para el ejercicio de TODOSlos derechos humanos por TODAS las
personas, soberanía sobre los recursos naturales y disminución de la
desigualdad social y la pobreza.
Tendremos que cuidar nuestra unidad dentro de
la diversidad e impedir que se nos divida. Sabemos que la consolidación de esta
organización enfrentará recios obstáculos, derivados del injusto e insostenible
orden internacional, la crisis económica global, la agresiva política de la
OTAN, las amenazas y consecuencias de sus guerras no convencionales y el
intento de un nuevo reparto del mundo; la existencia de enormes arsenales
nucleares y novedosas armas, así como el cambio climático.
La inequidad en la distribución de la riqueza
en el continente es la principal debilidad y a la vez el mayor desafío que
enfrentamos. En la América Nuestra con más unidad, integración y justicia
social, nada podrá detenernos.
Aprovecho la ocasión para reiterar, en nombre
de esta Asamblea y del pueblo cubano, la felicitación al Presidente Rafael
Correa y la Revolución Ciudadana, que él encabeza, por su resonante victoria
electoral el pasado domingo.
Llegue al Presidente Hugo Chávez Frías el
abrazo fraternal y deseos de recuperación de su salud. A la Revolución
Bolivariana, al pueblo venezolano y a sus dirigentes ratificamos toda la
solidaridad de esta Asamblea Nacional y de nuestros compatriotas.
A más de un mes de su entrada en vigor, las
nuevas regulaciones migratorias están en completa aplicación sin contratiempos,
con una favorable acogida por parte de la población y la abrumadora mayoría de
la emigración cubana.
Proseguiremos demandando la liberación y el regreso
a la Patria de nuestros Cinco Héroes, a quienes trasmitimos el fraterno saludo,
reconocimiento y compromiso de este Parlamento y de todo el pueblo.
Para terminar mis palabras y sobre todo
pensando en el porvenir de la Patria, creo que la mejor manera de hacerlo es
con la brillante definición del concepto Revoluciónformulado por su
Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, el 1º de mayo del año 2000 en la Plaza de
la
Revolución, cito:
“Revolución es sentido del momento histórico;
es cambiar todo lo que debe ser cambiado;
es igualdad y libertad plenas;
es ser tratado y tratar a los demás como
seres humanos;
es emanciparnos por nosotros mismos y con
nuestros propios esfuerzos;
es desafiar poderosas fuerzas dominantes
dentro y fuera del ámbito social y nacional;
es defender valores en los que se cree al
precio de cualquier sacrificio;
es modestia, desinterés, altruismo,
solidaridad y heroísmo;
es luchar con audacia, inteligencia y
realismo;
es no mentir jamás ni violar principios
éticos;
es convicción profunda de que no existe
fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas.
Revolución es unidad, es independencia,
es luchar por nuestros sueños de justicia
para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro
socialismo y nuestro internacionalismo” (fin de la
cita).
¡Que esta magistral definición sirva para siempre
de guía a todas las generaciones de patriotas y revolucionarios cubanos!
Muchas gracias.
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