POR: EDMUNDO GARCÍA
Si alguien lo hubiera dicho en Miami hace veinte días, pocos lo hubieran creído: si alguien repasa las páginas de El Nuevo Herald y Diario las Américas, o cliquea la web de la llamada Radio y Televisión Martí, o sintoniza Radio Mambí u otra emisora de Univisión Radio, o pone los canales de la televisión local, o revisa la programación de actos de la Universidad Internacional de la Florida (FIU) y la Universidad de Miami, o la lista de las venideras celebraciones del Big Five Club o el Coral Gables Country Club, si alguien hace eso, no encontrará ninguna noticia fresca relacionada con Yoani Sánchez. Se ha borrado del mapa. Y no es que hayan dejado de empujarla, ¡qué va!, en Yoani se ha invertido mucho tiempo y dinero para desecharla tan rápido. Está claro que sus diseñadores siguen haciendo un esfuerzo por mantenerla a flote. No hace mucho cometieron la osadía y el ridículo de nombrarla jurado del Premio de Periodismo José Ortega y Gasset, pero el problema es que ya ese globo no tiene remedio. Una de las últimas hazañas que la prensa hegemónica reportó sobre Yoani fue su viaje a Perú, desde donde anunció que no asistiría a la reunión programada por la llamada Fundación Libertad con lo más reaccionario de la derecha hispanoamericana en Buenos Aires y Rosario, cuna del Comandante Ernesto Che Guevara.
La bloguera pretextó que estaba enferma, aunque ella misma publicó fotos de un paseo por algunos sitios de Lima en las que se veía saludable, mientras Univisión la mostró en unos puestos probando con satisfacción varios tipos del famoso ceviche peruano. ¿De verdad se enfermó o no quiso afrontar el rechazo de los jóvenes solidarios con la revolución cubana que allí la esperaban? A propósito, la prensa peruana apenas se hizo eco de la presencia de Yoani en su país, donde se reunió con un connotado derechista y unos pocos amigos; algo que contrasta con la visita a Lima del trovador cubano Silvio Rodríguez, anunciada y reportada por periódicos como El Comercio y La República, que nadie puede acusar de ser amigos de la revolución cubana. A diferencia de la soledad peruana de Yoani Sánchez, Silvio contó con el calor de miles de jóvenes y personas de todas las edades que asistieron a su concierto en el Estadio Monumental el pasado viernes 19 de abril.
Tengo que decir que este desinfle de Yoani Sánchez lo pronosticamos con tiempo en el programa La Tarde se Mueve, donde los colaboradores Eddie Levy y Lázaro Fariñas, con la experiencia de haber vivido durante décadas en Miami, citaron varios casos de supuestos opositores igualmente inflados por la prensa que al poco tiempo los devolvieron al olvido por inservibles. Y quiero reconocer también que en más de un programa de participación telefónica muchos oyentes predijeron el descarte miamense de Yoani Sánchez. La Tarde se Mueve se ofreció para que algunos de estos ex famosos opositores echados en el abandono contaran su experiencia; en particular invitamos públicamente al programa más de una vez a Paula Valiente y Reyna Luisa Tamayo. A Paula Valiente la Fundación Nacional Cubano Americana y Jorge Mas Canosa la elevaron tanto que llegó a ser paseada en una carrosa en el carnaval de la calle 8 de Miami representando a la Virgen de la Cridad del Cobre, pero luego fue mercancía propagandística descontinuada por el tiempo y dicen que por la manifestación de un mínimo desacuerdo con los extremistas. A Reyna Luisa Tamayo y su familia la recibieron con bombos y platillos; los congresistas de Miami se la disputaban junto al llamado Directorio Democrático Cubano de Orlando Gutiérrez Boronat y Janisset Rivero, sus entonces protectores. La familia Zapata Tamayo había sido ubicada bajo un programa en Arizona y la congresista Ileana Ros-Lehtinen consiguió que se quedara en Miami argumentando que ir a Phoenix o Tucson era como sufrir un doble destierro. Deben estarlo lamentando. No pasó mucho tiempo para que Reyna Luisa fuera olvidada por la prensa y por los políticos locales y tuviera que salir públicamente a pedir que le ayudaran a conseguir un trabajo. Casas para limpiar y así p oder ganarse la comida fue lo único que pidió la una vez famosa crítica de su patria y de su gente.
Yoani Sánchez ha dado los primeros pasos entre los dientes de la misma trituradora; de hecho, un artículo de Carlos Saladrigas en El Nuevo Herald titulado “Yoani replantea el debate” (12 de abril de 2013) parecía que le estaba preparando un obituario político. Al desinfle de Yoani le seguirá inevitablemente el de toda esa lista de viajeros que no tienen ni obra intelectual acumulada, ni base social en Cuba, ni proyecto político alguno. La cola es larga y la encabeza la propia Yoani Sánchez, sobre la cual se ha orientado en algunos círculos de Miami que nadie debe hacerle sombra; y le siguen Rosa María Payá (hija del fallecido Oswaldo Payá), Berta Soler, Laura Labrada (hija de la fallecida Laura Pollán), Belkis Cantillo (esposa de José Daniel Ferrer), Orlando Luis Pardo Lazo, Eliecer Ávila, Elizardo Sánchez y René Gómez Manzano. Hasta el momento.
Al principio estos viajeros crearon expectativas porque se ponía en marcha la reforma migratoria cubana el 14 de enero, que era la verdadera noticia y lo que en verdad querían poner a prueba; pero lo cierto es que ya aburre esta puesta en escena donde siempre se repiten los mismos nombres y la misma letanía. Se ha informado que Berta Soler, Laura Labrada y Belkis Cantillo estarían ya en Bruselas para recoger el Premio Sajarov compartido (con Reporteros sin Fronteras y Huawa Ibrahim) que le dio el Parlamento Europeo en el año 2005. El premio, que aparentemente hay que dividir, consiste en un certificado y 50 mil euros, así que ya imagino lo que van a buscar. Por cierto que a la comitiva a Bruselas se le suma desde España la Dama de Blanco en el exterior Blanca Reyes, que sabe luchar lo suyo. Por su parte Elizardo Sánchez anuncia una gira menos larga que la de Yoani pero bastante nutrida también; ahora está i nvitado por la Fundación Hispano Cubana, lo más antipatriótico que se ha juntado en Madrid, para hablar de esos informes mensuales de presos políticos cubanos donde lo mismo aparecen difuntos que jugadores de voleibol.
En entrevista con el ABC Elizardo Sánchez deja claro que una de sus mayores preocupaciones durante su viaje será aclarar al auditorio si es o no es el agente Juana de la Seguridad del Estado; por lo pronto ha lanzado su historia: dice que sí, que se acercó a conversar con el gobierno cubano y la Seguridad del Estado, pero que antes se lo comunicó a cinco potencias a través de sus embajadas y las mantuvo informadas. (ABC, 21 de abril de 2013) De Pardo Lazo han dicho que está pidiendo agua por señas a ver si le ayudan con alguna conferencia donde de una vez le paguen; por su condición migratoria aún no puede cobrar, pero alguien tiene que ayudarle a sobrevivir. Una vez promovidas como sólidas intelectuales, de Berta Soler lo único que se dice es que ella sí le mete un escándalo a cualquiera; y de Rosa María Payá sus admiradores solo afirman que parece un angelito. A R osa María le prepararon un show de despedida diciendo que estaba amenazada de muerte a su regreso, pero ella volvió a Cuba desde hace días y no le ha pasado nada; se dice que en el aeropuerto no le quitaron ni un chicle ni le cobraron un centavo por el cargamento que llevaba.
Mientras todo esto sucede, a la prensa que vive de tergiversar la realidad de Cuba no le queda otra que echar mano a los que se han quedado en la isla; pues los que están de viaje, aunque no se queden a residir en el extranjero y regresen, van perdiendo interés en la medida en que se ausentan del escenario donde montan sus mentiras. Por esa razón los medios están volviendo a utilizar a los viejos huelguistas del aguacate y al campeón olímpico de las huelgas de hambre. A pesar del poco crédito de sus acciones la prensa manipuladora los ha traído de regreso a sus informes porque son los únicos disponibles para difamar in situ sobre las escuelas, los agromercados y los hospitales cubanos, los otros están muy distantes facturando en los aeropuertos y haciendo compras en las tiendas del mundo.
Fuente: La Tarde se Mueve
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