lunes, 4 de febrero de 2013

Megacrisis en Madrid

Por Froilán González

En medio de una crisis económica,  social, moral y política un  nuevo escándalo envuelve a los principales dirigentes del Partido Popular de España, acusados de sobornos, estafas, corrupción,  mentiras,  manipulaciones, ocultamiento de documentos, violaciones al fisco y  sometimiento a Alemania.

Otros señalan que  la política exterior del país ibérico  la rigen desde Estados Unidos y contra Cuba y Venezuela desde Miami.

Mientras el descrédito crece,  los representantes del Partido Popular en el Ayuntamiento de Madrid   designaron a  una calle  con el nombre de uno de los llamados   disidentes  cubanos. Esa persona según diferentes medios de prensa es un  español, convertido por obra y gracia del Partido Popular en ciudadano cubano y murió en Cuba en un trágico  accidente de tránsito. El auto era manejado  a exceso de velocidad por uno de los  dirigentes juveniles nacionales  de ese partido, sancionado en España a no poder conducir por varias violaciones de tránsito.

El irresponsable conductor solo necesitó  6 horas para trasladarse a casi mil kilómetros de La Habana en compañía del disidente a quién entregó una importante suma de dinero con el  propósito de realizar reuniones clandestinas e ilegales contra el gobierno cubano, inmiscuyéndose en los asuntos internos del país caribeño.

El fallecido es prácticamente desconocido en Cuba y otros países de América Latina y quienes lo trataron frecuentemente  lo catalogaron como amoral, mercenario, asalariado, corrupto, mentiroso,  manipulador, ambicioso, muy amante al dinero fácil   y capaz de vender su alma al diablo.

El acuerdo de honrar a esa persona   es grosero y vulgar. Parece que no hay diferencias entre los que rinden el homenaje y al que se lo dan. Salvo, como muchos piensan que a los del Partido Popular del Ayuntamiento de Madrid no les importa mucho y el objetivo es ofender al pueblo de  Cuba y atacarlo.

 Si no existiera un muerto,  la propuesta parecería un sainete o una pieza del teatro burlesco. Da pena la mediocridad, el desconocimiento sobre Cuba y  su historia  y la falta de cultura en esa propuesta que los ubicán como auténticos enemigos de España.

La prensa divulgó que  la viuda del muerto, una hija y un hermano, catalogaron al  chofer homicida  como un héroe. Al leer  esas noticias las asocié a un hecho acontecido en México cuando en un bar, un  actor cinematográfico  borracho y sin causa aparente mató de varios balazos a un parroquiano.

El  artista  fue detenido y después recibió  los beneficios del dinero y las influencias políticas, tal como ha sucedido con el supersónico chofer español.

Ante el  asombro de muchos,   la  madre y la viuda  del muerto mexicano declararon que el actor   disparó en defensa propia y lo  catalogaron  como  valiente y  héroe. Se parece mucho a las manifestaciones de los familiares del fallecido cubano.

Los medios informativos se encargaron de divulgar el costo de esas afirmaciones: Sendas casas para la  madre y la viuda y 50 mil dólares para la familia.

Por otra parte informaciones desde Miami, plantean que al chofer homicida le han ofrecido una importante suma de dinero para que formule acusaciones  contra el gobierno cubano contradiciendo las que realizó  en  Cuba ante la presencia de funcionarios de la embajada española en La Habana.

De ser así, esta nueva maniobra calumniosa   le afectaría a su propio país,  y dejaría a los funcionarios de su gobierno que fueron testigos del juicio, en cuestionable situación.   

Los cubanos podemos hacernos varias preguntas:  Quiénes fueron sus cómplices, de dónde recibió  el financiamiento para el ilegal viaje a Cuba, motivos reales del mismo, violaciones migratorias,  relaciones   con la mafia terrorista  radicada en  Miami y en especial sus vínculos con  instituciones  norteamericana  que fraguan  planes contra Cuba.

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