JUN 28 Publicado por Raúl Antonio Capote
Muchas personas amigas de Cuba no tienen un conocimiento real de las acciones que el Gobierno delos Estados Unidos ejecuta para asfixiar a la economía cubana y llevar el desaliento y la desesperación a su pueblo, incluso muchos cubanos víctimas de esa cruel guerra económica piensan que el “embargo”, reducido con esta definición cínica a una acción soberana del Gobierno estadounidense que no impide las relaciones económicas de Cuba con otros países, no pasa de privarnos del mercado y el turismo norteamericano.
Desde el mismo triunfo de la Revolución y como consta en documentos de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos, que hoy se encuentran desclasificados, como son los Planes de Acción Encubierta I,II, III (y demás), se propusieron estrangular la economía de la isla, para llevar a la población al hambre, a la desesperación y por tanto que esta se sublevara contra el gobierno, todo esto acompañado por un extenso programa de acciones terroristas (sabotaje le decían entonces) contra fábricas, centrales azucareros, tiendas, almacenes, campos de caña etc.
El 6 de abril de 1960, el Subsecretario de Estado para Asuntos Iberoamericanos de los EE.UU. Lester D. Mallory, redactó un memorando en el que afirma:
“No existe una oposición política efectiva en Cuba; por tanto, el único medio previsible que tenemos hoy para enajenar el apoyo interno a la Revolución es a través del desencanto y el desaliento basado en la insatisfacción y las dificultades económicas. Debe utilizarse prontamente cualquier medio concebible para debilitar la vida económica de Cuba. Negarle dinero y suministros a Cuba para disminuir los salarios reales y monetarios, a fin de causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”. [1]
Otro documento posterior señala claramente:
“El objetivo de EE.UU. es ayudar a los cubanos a derrocar al régimen comunista en Cuba e instaurar un nuevo gobierno con el cual Estados Unidos pueda vivir en paz… Básicamente, la operación está dirigida a provocar una rebelión del pueblo cubano…La acción política será apoyada por una guerra económica que induzca al régimen comunista a fracasar en su esfuerzo por satisfacer las necesidades del país” [2]
En documento desclasificado de la CIA aparece:
“Solamente después que los efectos de la represalia económica y de las acciones de sabotaje, se sientan profundamente en la población y en los grupos de élite, puede uno esperar convertir la desafección en las fuerzas armadas y otros centros de poder del régimen en revueltas activas contra el séquito Castro-comunista
Las sanciones económicas oficiales abiertas de EEUU junto con las operaciones encubiertas de represalia económica, tales como la negación de menos de (una línea de texto no desclasificada), está provocando un marcado efecto adverso en la economía cubana…Para un impacto máximo en la economía cubana, este esfuerzo debe ser coordinado con las operaciones de sabotaje.” [3]
Los planes incluían destrucción de vías férreas, de carreteras, de depósitos de combustibles y lubricantes, de medios de transporte, de fábricas, refinerías, de almacenes, todo, no dejaba fuera ningún blanco, arrasar al país por completo, mientras tanto cercar el comercio, eliminar las vías de financiamientos, castigar a los bancos que se atreven a dar créditos a Cuba o a operar con capitales cubanos.
Simultáneamente se llevó y se lleva a cabo un maquiavélico plan de agresión biológica contra sembrados, contra los trabajadores agrícolas, contra la población que ha costado la destrucción de planes agrícolas enteros, la desaparición de cultivos y de animales.
Por solo citar dos ejemplos, uno fue la introducción al país de la fiebre porcina africana, desconocida en esta zona geográfica y dirigida a eliminar los cerdos, principal fuente de carne para la alimentación de los cubanos, otra más terrible aún fue la introducción del Dengue y de varias cepas cada vez más resistentes de la enfermedad, que en su momento causo la muerte de 101 niños cubanos.
El Dengue era absolutamente desconocido en la isla, la epidemia enfermó 344 203 personas en 1981 y el gobierno de los Estados Unidos en pleno azote de la enfermedad, de la que eran responsables, demoró haciendo uso de los preceptos del bloqueo, la autorización para la venta de los insecticidas y los aspersores para la fumigación, así como de los medicamentos necesarios. Cuba tuvo que adquirirlos en terceros países a un costo tres veces mayor, la demora de la llegada al país de estos productos fue un factor importante en muchas de las muertes ocurridas.
Así lo cuenta Félix Mesa Deantes padre de Cintia Mesa Marrero de 3 años y 4 meses “Estuve al lado de ella el día 13 cuando falleció, llevo ese dolor hace rato, todos esos momentos a su lado, hasta el 13 a las 10 de la noche cuando falleció. Se luchó hasta el final, el director del hospital, los de terapia, médicos, hasta el final, en los últimos momentos llegó el medicamento Interferón, famoso”[4]
Ha sido una brutal, despiadada y absoluta guerra económica que no ha dejado un solo resquicio, un cerco como ninguna otra nación en el mundo ha tenido que soportar, pero Cuba revolucionaria vive, está de pie. Aquí he mencionado algunas de las acciones encubiertas de esta guerra total, no hemos mencionado las acciones “legales” directas del Imperio.
La guerra persigue que el pueblo se alce contra la Revolución y culpe al sistema socialista de los fracasos económicos. Errores cometimos, pero cuántas cosas se lograron, es realmente impresionante lo que la Revolución a construido a pesar de, ¿Cuánto más se podría haber realizado?
No podían permitirlo, bajo ningún concepto, eso sería dar a conocer el éxito de un modelo que es el peor enemigo de los explotadores de este mundo, de un modelo exitoso que sitúa al ser humano por encima de todas las cosas.
Entonces, ¿Quiénes son los terroristas?
Continuará…
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