FIDEL COMO EL CAGUAIRÁN.
NO por alabarlo el Che lo llamó ardiente profeta de la aurora y NO por casualidad salió de Birán derrotando afrentas con la frente plena de martianas estrellas insurrectas. García Márquez lo definió inspiración: estado de gracia irresistible y deslumbrante, que sólo niegan quienes NO han tenido la gloria de vivirlo. Consagró su vida a la lucha por el bien de su pueblo, de la humanidad; así entró en la historia, sin dobleces y con firmes las convicciones revolucionarias para allanar el camino que hizo nuestro. La esencia de una política NO está en la virulencia de los adjetivos, sino en la firmeza de los principios, dijo muchas veces desde que vibrara en la montana con el rubí, las CINCO franjas y una estrella. Devino gloria e infranqueable trinchera de ideas. Y como en sus versos escribiera el Héroe Antonio Guerrero le decimos ¡Ordene, Comandante en Jefe! díganos cuál batalla librar, nuestra victoria será inevitable
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