lunes, 25 de agosto de 2014

COSTA RICA DICE NO A LA INJERENCIA YANQUI

 Pedro Martínez Pírez 
MONCADA 

El gobierno de Costa Rica, que ejerce este año la presidencia de la CELAC, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, ha reaccionado con dignidad al advertir a Washington que no aceptará que la USAID utilice su territorio y a sus ciudadanos en acciones subversivas contra países amigos, como es el caso de Cuba, más allá de matices ideológicos. Las declaraciones fueron formuladas en San José por Mariano Figueres, Director de Inteligencia y Seguridad de Costa Rica, pocas semanas después de abortado el nuevo proyecto subversivo contra Cuba desarrollado por la Agencia estadounidense desde territorio costarricense y mediante el empleo de ciudadanos de ese país centroamericano. Figueras indicó que para Costa Rica se trata de un asunto de soberanía nacional no aceptar estas acciones de la USAID, agencia que ha sido expulsada de otros países latinoamericanos, al comprobarse que se trata de un instrumento que sirve de fachada a los Estados Unidos para la realización de acciones subversivas contra los gobiernos de Bolivia, Ecuador, Cuba, Venezuela y otras naciones. Antes de la reacción de Costa Rica ya se habían pronunciado los países integrantes del ALBA, la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América, y Cuba había llevado la denuncia al seno del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El gobierno y la sociedad civil de Cuba han denunciado el nuevo proyecto injerencista de la USAID, consistente en la utilización de jóvenes latinoamericanos, reclutados especialmente para realizar labores clandestinas y la captación de jóvenes cubanos que actuarían contra la Revolución. Lo significativo de la toma de posición del gobierno de Costa Rica en cuanto al accionar subversivo de la USAID estriba en que esta pequeña nación de Centroamérica ha servido históricamente a Washington en su política hacia América Latina, pero su nuevo gobierno preside la cuarteta de la CELAC, integrada también por Cuba, Ecuador y Antigua y Barbuda. La actual correlación de fuerzas en Nuestra América se confirma con la reacción del nuevo gobierno de Costa Rica y de varios líderes de la oposición de ese país, el cual se ha integrado a las nuevas corrientes progresistas en la región. A Washington, como se dice popularmente, le ha salido el tiro por la culata al utilizar nuevamente a la USAID contra Cuba, esta vez desde sus bases en Costa Rica. Ello ha provocado el repudio latinoamericano y caribeño, una región que se proyecta cada día desde una posición independiente, alejándose de la vieja imagen de constituir el “patio trasero de los Estados Unidos”.
La Habana, 25 de agosto de 2014

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